Aprender a controlar tus impulsos

Una de las formas infalibles para aprender a controlar tus impulsos, es decidirse u obligarse a prestar atención, no dejar que el ímpetu o la impaciencia sean las que dominen y esperar para los actos decisivos que pueden ser dilatados.

Prestar atención a lo que se ve o lee es fundamental. Por eso, respira hondo, haz un acto de contrición, lee este artículo con atención y luego concluye el cuánto aprendiste y cómo crees que lo aplicarás.

 

Aprender a controlar tus impulsos

Evita desde antes, las consecuencias. Por ejemplo, sí vas a realizar apuestas de cualquier índole, mira tus probabilidades reales, cuál es la fantasía del azar y cuántos problemas te ahorrarás sí haces una apuesta coherente, una osada o no la haces. Siempre hay chance de apostar, no te vayas a la ligera.

Si una ola de emociones se apodera de ti, toma aire, anótalas en un papel y responde al lado cómo aplicarla y que consecuencia buena o mala te podría traer.

Siempre consulta el consejo u opinión de una persona que sepas que no te va a decir lo que quieras oír, sino lo que debas oír.

La manera universal de aprender a controlar tus impulsos es la meditación. Y como en ocasiones ella se pone a prueba en situaciones difíciles, debes estar entrenándote constantemente en respuestas probables a situaciones probables.

Siempre hay que pensar en fío, actuando en caliente. O al menos, que sea la mayoría de las veces.

Analiza no sólo qué vas a decir, sino cuándo lo dirás, cómo lo dirás, por qué lo dirás, a quién se lo dirás y dónde lo dirás. Cuando cada ítem sea resuelto para que no exista molestia para ti ni la contraparte, habrás creado el momento propicio.

Aprender a controlar tus impulsos es una lucha interna contra las mociones y/o pensamientos anárquicos que te embriagan, buscan sacar tu lado oscuro, te hacen pensar que el hacer o decir algo de esa manera no te acarreará consecuencias. Y siempre las trae, negativas casi todas. No juegues a perder, juega a ganar, contrólate.

Recuerda que la respuesta al enojo, venganza, insultos, gritos, violencia, casi siempre es lo mismo o la aplicación de la ley. Visualízate siempre libre, lejos de una cárcel, hospital o cementerio, lugares a donde tus acciones hostiles podrán llevarte de tu propia mano.

Aprender a controlar tus impulsos

Otras técnicas sencillas para el autocontrol

Regula tus emociones. Que ante lo bueno no te aloques ofreciendo lo que no tienes, puedes o no conoces y que ante lo malo, nunca sea la violencia o el improperio, la respuesta.

Respira profundo, cuenta velozmente hasta cien; da vueltas en tu propio eje; canta a todo pulmón; sal a caminar a paso rápido o trota.

Pide a tu gente amada y de confianza que ante cualquier impulso efusivo, sea de alegría, tristeza o rabia, te digan alguna palabra clave para reflexionar. Es una forma de aprender a controlar tus impulsos en base a tus propias prerrogativas y consejos; todo un recordatorio de que algo se te está escapando de las manos.

Recuerda que las consecuencias malas no se tienen que asumir, siempre que se procure evitarlas. Menos problemas es mejor dormir, menos gastos, menos llanto y un entono alegre.

Enfócate siempre en quién eres, lo que puedes, lo que no, lo que te gustaría aprender y lo que pueden enseñar.

Ten por cierto que la suerte sí existe, pero sólo cuando se construye con inteligencia emocional, estudio, astucia y sin irse a las primeras.

Las supuestas oportunidades que pierdes por aprender a controlar tus impulsos, siempre son recompensadas al saber reconstruirte con prudencia ante la exaltación.

No te la pases juzgando ni contestando cualquier barbaridad. Eso te evitará decir lo indebido o más de lo que deberías contar.

Ante toda tentación, consulta con profesionales en el área.

Anota en un papel todo lo que te molesta, entristece o desconcierta. Y anota también cómo puedes eludirlo de manera astuta y así, crecerte ante tus impulsos más básicos.

Si vas a realizar una apuesta o participar en un concurso, analiza las reglas, ve bien cómo es el sistema, contra qué o quién te enfrentas, hazte un FODA, espera el momento adecuado y nunca sacrifiques lo que tienes y/o necesitas para tu sustento y bienestar o el de los tuyos.